Hechos para marcar la diferencia
Max Lucado explica (y muestra) cómo hacerlo
"Cuando sus nietos sepan que usted vivió durante un tiempo en que 1.750 millones de personas eran pobres, y 1.000 pasaban hambre, ¿qué les dirá?" Esta inquietud no dejó dormir a Max Lucado durante una noche. Las profundas implicaciones de la abrumadora necesidad hizo que el pastor y autor se preguntara: "¿Qué ocurriría si impactáramos al mundo con esperanza? ¿Si invadiéramos todos los rincones con el amor y la vida de Dios? ¿Si siguiéramos el ejemplo de la iglesia de Jerusalén? Este pequeño grupo creció hasta convertirse en una fuerza que cambió al mundo. Seguimos todavía bebiendo de sus fuentes, y comiendo de sus árboles de fe. ¿Cómo lo hicieron? ¿Qué podemos aprender de sus prioridades y de su pasión?"
Esta introspección finalmente dio como resultado su libro más reciente: "Más allá de tu vida: Fuiste creado para marcar la diferencia". Max habló recientemente con la revista En Contacto acerca de cómo podemos impactar a los demás, incluso después haber dejado este mundo.
En Contacto: ¿Cómo se motiva a alguien muy ocupado y comprometido a ayudar a los demás?
MAX LUCADO: Creo que eso depende de quién sea la persona. Si es cristiana, puedo decir con mucha osadía: "Bueno, para eso estamos". Sé muy bien que algunas personas están demasiado ocupadas. Pero me esmero por convencerlas de que las cosas pequeñas pueden marcar una gran diferencia, como sucede en una orquesta donde cada músico toca su parte, y el director hace brotar música excelente. Lo mismo hace Dios: si nos limitamos a hacer nuestro trabajo, tendremos la confianza de que Él creará algo maravilloso con eso.
¿Qué pasa cuando nuestros intereses no se identifican con algún área o ministerio de servicio específico?
Una de las cosas que podemos hacer es considerar las capacidades que tenemos. Si nos preguntamos: ¿Qué es lo que yo puedo hacer, que otras personas no pueden? Identificaremos la habilidad que podemos aportar a ese ministerio. Para algunos, sería el trabajo social, para otros, la oración y el ayuno. Y finalmente, para otros, las acciones prácticas de misericordia.
¿Y qué de los no cristianos? ¿Utiliza con ellos un lenguaje diferente?
Sí; les digo: "Hay un secreto de la vida cristiana que usted podría considerar. Es éste: ‘Comenzamos realmente a encontrar nuestra vida cuando la perdemos. En otras palabras, usted le halla sentido a la vida al perderla interesándose en los demás. El sentido común y la sabiduría del mundo dicen que si usted quiere encontrar sentido a la vida, debe concentrarse en usted mismo. Pero Jesús invirtió eso; Él dijo que es mejor dar que recibir. Las personas más felices de este mundo son las que viven para los demás, no para sí mismas".
Sandy Feit
Continua....
Bienaventurado elo que piensa en el pobre; En el dia malo lo librara Jehova Salmo 41.1
Fondo hecho por Perla MinisterioMujeresenVictoria
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