¿Cuánta fortaleza se necesita para seguir a Cristo valientemente? Los
problemas físicos de Pablo, queno desaparecían, le hicieron decir:
9...Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo.
10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades,
en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias;
porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:9-10
¡Cuántas veces acudimos a estas hermosas palabras de Isaías para
hallar aliento! El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas
al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los
jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas
fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán,
caminarán, y no se fatigarán (Is 40:29-31).
Aunque tienes poca fuerza —dijo Jesús a su pueblo de Filadelfia— has
guardado Mi palabra, y nos negado Mi nmbre" (Ap 3.8)
en 1975, una ama de casa japonesa de los suburbios de Tokio se
convirtió en la primera mujer en llegar a la cumbre del monte Everest.
Junko Tabei tenía 35 años de dad, medía 1.50 m, y había ayudado a
reunir fondos para su expedición impartiendo leccines de piano en su
casa después que terminaba la escuela.
Otros que han escalado el Everest han descrito la clase de fortaleza que
se necesita para emprender la escalada a la montaña más alta del mundo.
"A más de7,900 metros de altura, noventa por ciento es mental y diez por
ciento es físico —dice barry Bishop, quien fue uno de los primeros nortea-
mericanos en escalar el Everest—. Lo que determina quién llega y quién
no llega a la cumbre es la disposición mental." Según Glenn Porzak otro
norteamericano que escaló el Everest, " la habilidad más importante es
la tenacidad".
"He aquí yo vengo pronto —prometió Jesús a los cristianos débiles de
Filadelfia—. Retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona"
(3.11).
Si sientes que no puedes continuar en tu andar con Cristo, anímate con esta
transformadora carta de tu Señor resucitado.