MUCHOS BENEFICIOS
La diferencia entre pasar tiempo con
Dios por medio de la simple lectura de la Biblia, y pasarlo memorizando
y repitiendo versículos, es sutil a primera vista, pero tiene un efecto profundo. En vez de leer el texto a
través del lente de sus circunstancias, el método de la memorización ayuda a meditar en el pasaje mismo,
el cual Dios usa para traer aplicaciones a la mente. Muy pronto, usted descubrirá que los versículos que ha
memorizado saldrán a la superficie en su mente —que se aplicarán específicamente a su situación—
produciendo conexiones e ideas que normalmente no habría considerado.
Memorizar pasajes de la Biblia nos ayuda a vencer en las luchas de cada día. Cuando la ansiedad, el
desánimo, la baja autoestima o los pensamientos destructivos se abran paso en nuestra mente, un buen
reservorio de palabras que fortalecen el alma podrá sofocarlos. El propio Cristo venció las tentaciones de
Satanás en el desierto recordando palabras de las Escrituras. Igualmente, podemos aprovechar ese mismo
poder cuando ellas moran en nosotros.
Es fácil pensar que la memorización es una actividad reservada para niños y estudios bíblicos. Pero la
disciplina es excelente para cualquiera que desee acercarse más a Dios. En realidad, cuanto mayor se
vuelva una persona, más deberá ejercitar su memoria. Y es mucho mejor aun cuando aplica lo recordado a
su propia alma. Memorizar la Palabra de Dios crea en nosotros una comprensión más profunda de Dios y
una comunión más íntima con Él. Después de todo, el medio principal del Señor para comunicarse con nosotros
es mediante la Biblia. Cuanto más abracemos su Palabra, más conoceremos sus caminos y más cerca
estaremos de Él.
¿CUÁNTOS VERSÍCULOS BÍBLICOS DEBO MEMORIZAR?
Es diferente para cada quién. Pero usted debe memorizar algo. Empiece por escoger versículos que
tengan un significado especial para usted, o pasajes que sería útil tener a la mano cuando le hagan
preguntas en cuanto a su fe. Comience con poco.
¿CUÁNTO TIEMPO ME TOMARÁ?
Aunque varía según la persona, una cosa es cierta: si usted no repasa algo, lo olvida. Memorizar algo exige
trabajo y dedicación. Pero es un esfuerzo que le fortalecerá para las batallas de la vida, le levantará el ánimo
cuando esté bajo, le permitirá ministrar a otros, y le pondrá en un camino seguro.
¿DEBO USAR UN MÉTODO EN PARTICULAR?
Hay muchas técnicas para memorizar. Usted tendrá que encontrar un sistema que funcione para usted
personalmente. El probado método de escribir versículos en tarjetas está entre los más comunes, y ellas
son fáciles de llevar adondequiera que vaya.
La tecnología hace hoy muy fácil almacenar y retomar versículos. He aquí están algunas cosas que debe
tener en cuenta al elegir el método que funcione para usted: RENDIR CUENTAS A OTRA PERSONA AYUDA.
Considere la posibilidad de embarcarse en este viaje con alguien, a quien le rendirá cuenta de lo que memorice.
LAS METAS Y LAS RECOMPENSAS AYUDAN. Decida cuánto va a memorizar, y fíjese un plazo.
SEA REALISTA. No se lance a memorizar todo el libro de Job en una semana. Tome unos pocos versículos a la
vez, y dese tiempo para dejar que calen profundamente en usted. FÍJESE UNA RUTINA. Trate de memorizar los
versículos durante el mismo período del día, cada día. REPASE. Después de memorizar un versículo de la Biblia
y haberse premiado por eso, propóngase repasarlo en forma regular para no olvidarlo.