Vivir por Cristo Léase Filipenses 2.1-8 Acuérdense de sus dirigentes...Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe -Hebreos 13.7 (NVI) LA pérdida de un ser querido es, sin duda, una de las experiencias más difíciles que tenemos que enfrentar. El dolor y el sentimiento de vacío son indescriptibles. Sin embargo, esta experiencia nos permite reflexionar no sólo en la vida de nuestro ser amado, sino también en la vida en general. Hace apenas unos meses mi tío partió a morar con nuestro Señor. En su funeral varias personas hablaron sobre su carácter, relataron anécdotas vividas con él, cómo era en su hogar, en su trabajo y su inmensa labor en la iglesia. A través de cada uno de estos testimonios conocimos detalles de su vida que nunca habíamos conocido. Sin lugar a dudas fue un vivo ejemplo de cómo vivir imitando a Cristo, y hoy vemos los frutos de su trabajo en el legado que nos dejó. La vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo dejó un inmenso legado. Tenemos la historia de su amor para contarla al mundo. Nuestras vidas deben ser un reflejo de la suya. ¿Qué historias se podrán contar de nuestras vidas cuando hayamos partido? ¿Habremos dejado un legado representativo de la vida de Cristo? Sa. Eva Ferrer (Carolina, Puerto Rico) Oración: Oh Señor, ayúdanos a recordar a diario tu gran amor por nosotros, y a proclamarlo a través de nuestras obras. Amén.
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