Antes de empezar, me gustaría dejar en claro al tipo de noviazgo a que los artículos contenidos en esta sección de Antesdelfin.com se refieren. El noviazgo a que nos referimos debe ser un tiempo separado para que la pareja se conozca mejor, para que pasen tiempo juntos, para que a lo que al principio podría no ser más que un enamoramiento fugaz, se le dé tiempo… y así ver si en realidad el Espíritu Santo nos muestra que la otra persona está en los planes de Dios para nuestras vidas.
El noviazgo a que aquí nos referimos debe darse entre dos jóvenes maduros, de 18 años en adelante, pero de 22 o más años preferible. Muchos de nosotros nos embarcamos A DESTIEMPO en una búsqueda incesante por la mujer o el hombre que Dios nos tiene guardados, sin embargo, hacemos como Sarai y Abraham… y ¡tratamos de ayudar a Dios!. Esto es inadmisible.
Durante el período que aquí llamamos noviazgo no debe haber contacto físico directo, sino que debemos dar tiempo para que el amor crezca y lo que al principio no es más que un "crush", se consolide y resulte ser una relación saludable y aprobada por Dios y por los líderes locales del cuerpo de Cristo.
Los besos y los abrazos prolongados debemos dejarlos para la etapa del noviazgo denominada "Compromiso". Es en esta etapa cuando la pareja, los padres de los involucrados en la relación, y los líderes de la iglesia, asienten y consideran que la relación ha alcanzado un clímax de madurez que justifica un mayor acercamiento.