Al terminar el 2011 y comenzar un nuevo año, es fácil enfocar la atención en las nicógnitas de la vida y preocuparse. Con todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor, y las inseguridades que guarda el futuro, podemos sentirnos ansiosos. ¿Tendremos suficiente fortaleza, animo, sabiduria ayuda y recursos para los retos y oportunidades que enfrentemos? Estas son preguntas légitimas.Cuando medito en estas cosas, encuentro que lo mejor que puedo hacer es enfocarme en lo que yo sé que es la verdad: La asombrosa fidelidd de Dios. Al reflexionar en el año transcurrido, veo la manea maravillosa como el Padre obró en mi vida y en el ministerio. Aunque hubo algunas dificultades y sacrificios en el camino, no hubo nada que yo pusiera en el altar delante de Dios, que Él no bendijera abundantemente. Este principio que aprendí cuando era jovén, y que he visto confirmado repetidamente a lo largo de toda mi vida; ya se trate de tiempo, talento, o dinero, nunca poderemos ser más generosos que Dios, pues Él siempre bendice a quienes lo obedecen
¿cómo aprendí esta verdad bíblica? Todo empezó cuando tenía catorce años de edad, el año cuando el Señor me llamó a predicar. Mi mamá y yo éramos muy pobres, y por eso no estaba claro de qué manera haría posible el Padre celestial que yo estudiara o me preparara para el ministerio cristiano. En ese tiempo, yo repartía periódicos y ganaba cuatro dólares a la semana. Mi mamá me había enseñado la importancia de diezmar, y por eso daba un dólar cada domingo. No podía imaginar que podía darle a Dios menos de un dólar en monedas sueltas. Es posible que usted esté pensando: ¿No habría sido mejor ahorrar ese dinero para sus estudios? Si yo hubiera etdo viviendo de acuerdo con la mentalidad del mundo, la respuesta habría sido "Sí". Pero yo dependía de la economía de Dios En Lucas 6:38 Jesús dice: "Dad, y se os dará; medida buena apretada, remecida y rbosante darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir". Como dije antes, yo había comprobado una y otra vez que el Seño rcumplía Su promesa. En la nueva ruta de distribución de periódicos que me asignaron, el Padre celestial cuadruplicó mis entradas. Yo seguía dando el diezmo, y el Señor seguía proveyendo. Cuando llegó el tiempo de entrar a la universidad, había suficiente dinero. En todas mis luchas, el Señor me demostró Su fidelidad constante. Me demostró que Él podía ayudarme a lograr cualquier cosa a que me llamará, pues supliría mis necesidades. Si me hubiera centrado solamente en el futuro, podría haberme desanimado. En vez de eso, meditaba en el Padre celestial —en Su amor, Su santidad y Sus promesas
Dr. Charles F. Stanley
Sea cual fuere el tiempo en que nos encontremos, siempre es momento de confiar en Él. Cualquiera que sea la época de la vida, la actitud es lo que marca toda la diferencia.
La fe en Cristo nos mantendrá firmes en el tormentoso mar del cambio.
Sabemos que al aceptar las lecciones y las oportunidades de todo tiempo que se nos presenta, encontramos que "Dios es nuestro amparo y fortaleza (Salmo 46.1).
En el Ministerio Mujeres en Victoria en este mes de diciembre, estaremos profundizando en el maravilloso Regalo que Dios nos dio en la primera Navidad, y la manera como podemos aprender a adorarle con todo nuestro ser. porque... Cuánto sabe usted en realidad sobre Jesucristo y las razones por las que celebramos Su nacimiento? No te pierdas estos maravillosos mensajes!!
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
Clamo a Dios porque el año 2012 sea un año fructífero para todos y para que personas en todo el mundo puedan llegar a tener una relación con Jesucristo. Que el Señor les bendiga abundantemente por depositar su confianza en Él en el año que se avecina.