Adelante, siempre adelante...
Isabel Allende se sobrepuso a las dificultades. Desestimó las voces contrarias cuando tenía el anhelo de publicar su primera novela. Muchos le dijeron que no valía la pena intentarlo. Pero ella no renunció a sus sueños. Siguió adelante. Perseveró.
Quizá está a punto de dar al traste con sus proyectos. Considera que no tiene sentido seguir adelante. Está cansado. ¡No es hora de renunciar!¡No ahora!. Pídale fuerzas a Dios. El puede ayudarle. Está en su Palabra cuando dice: "Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán" (Isaías 40:30, 31).
Quien no se fija una meta, pasará sin pena ni gloria por el sendero de la vida. No logrará su realización personal. Y mucho más, aquellos que –habiendo tenido un sueño por el cual luchar—vuelven atrás. Si requiere fuerzas para seguir adelante, pídaselas hoy a Dios. El se las dará...
Sepa que el día para tomar la decisión de recibir a Jesucristo es hoy. Es el principio de una nueva vida…