“Unigénito”—Indicando la especial y eterna relación del Hijo con el Padre.
“Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero”—Afirma la naturaleza eterna del Hijo, compartida con el Padre.
“Engendrado, no creado”—Refuta explícitamente la doctrina central del arrianismo, de que el Hijo fue creación del Padre.
“Consustancial con el Padre”—Esta frase es la traducción de la palabra griega homoousious. El Hijo comparte la misma esencia del Padre, y no fue creado de la nada junto con el resto de la creación.
El concilio terminó un mes después de su inicio. Todos los obispos, con excepción de cinco de ellos, ratificaron el nuevo credo, y los que se opusieron, junto con Arrio, fueron exiliados. Los vencedores habían peleado y ganado una importante batalla en favor de la fe cristiana.
Una declaración de doctrina cristiana bastante simple, el credo —el cual sería aclarado más en los años siguientes— marcó la pauta para los futuros concilios, que purificarían más la teología cristiana, y la defenderían de sus enemigos