Arca del Pacto: Un Medio Temporal de Perdón
El Arca del Pacto era más que un mobiliario especial con poderes sobrenaturales --
También era el medio de los israelitas para relacionarse con Dios. El Sumo Sacerdote
sólo podía acercarse al Arca del Pacto una vez al año en "Yom Kipur" - el Día judío de
Expiación o Perdón. En este día, el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo con
la sangre de un cordero sacrificado. Era también sólo en este día que la presencia
de Dios se manifestaba entre los dos querubines. El sumo sacerdote rociaba la sangre
del cordero sacrificado sobre el Propiciatorio. Una vez recibida por Dios, la sangre del
cordero expiaba (cubría) los pecados del sumo sacerdote y de la nación entera de Israel.
El ritual se hacía continuamente, año tras año. El Arca del Pacto jugaba un
papel clave en el perdón de los pecados.
Arca del Pacto: Presagiando la Venida del Mesías
A primera vista, los sacrificios de sangre asociados con la historia del Arca del Pacto pudieran
parecer algo perturbadores. La matanza de animales y la ofrenda de su sangre en un altar dan
la impresión de ocultismo. Es importante notar, sin embargo, que estos sacrificios no pretendían
aplacar la ira de un dios sediento de sangre. Dios no desea la sangre y sufrimiento de corderos
indefensos (Hebreos 10:8). El texto bíblico repetidamente muestra que donde hay pecado, su
resultado inevitable es muerte. El sacrificio del cordero señala la severidad del pecado. El pecado
siempre debe ser expiado (pagado) para que Dios sea justo (Hebreos 9:22). La compasión de
Dios permitió que los pecados de Israel fueran transferidos al cordero. Más importante aún,
estos sacrificios estaban presagiando un sacrificio mayor que tendría lugar -- el sacrificio
del Mesías judío, Jesucristo. Dios sabía que estos sacrificios continuos resultarían insuficientes
para pagar por los pecados de Israel, mucho menos por los pecados de toda la humanidad.
Por lo tanto, Dios proveyó a Jesucristo como el supremo cordero expiatorio, lo cual se
convirtió en el más grande acto de amor de toda la historia. Una cruz romana vino a ser
el arca sobre la cual Cristo fue sacrificado. La sangre de Cristo, de una vez por todas,
expió todas las culpas de todos los que le aceptarían como su Salvador (Juan 3:16).
Arca del Pacto: Reemplazada por el Nuevo Pacto de Dios
El Arca del Pacto desapareció del Templo judío en algún momento antes o después de
la invasión de Jerusalén por Babilonia en el 586 a.C. Anticipando la desaparición del Arca,
el profeta Jeremías escribió: "Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra,
en esos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento,
ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra" (Jeremías 3:16). Aún antes de
Jesús, la profecía de Jeremías reveló que no habría más necesidad del Arca del Pacto en el futuro.
Dios tenía un pacto mejor que Él llevaría a cabo -- el nuevo pacto en Su Hijo, Jesucristo.
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