La alabanza poderosa engendra victoria
Enfrentados a enemigos mortales, los levitas respondieron a la Palabra del Señor alabando "con fuerte y alta voz" obtuvieron una gran victoria.
2 Crónicas 20:15-22
15 y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
16 Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel.
17 No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.A)'>
18 Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.
19 Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.
20 Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
22 Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.
He aquí una gran leccfión sobre el poder de la alabanza. Judá estaba siendo confrontada por sus enemigos mortales, Moab y Amón. El pueblo buscó a Dios en oración y con fe en Su Palabra (20:1-14). Entonces vino la palabra del profeta: "No temáis... porque noes vuestra guerra, sino de Dios(v.15). La victoria vino de una manera extraña y podeosa. Los levitas se levantaron y adoraron "a Jehová el Dis de Israel con fuerte y alta voz" (v.19). Entonces algunos fueron designados para que cantaran al Señor y lo adoraran en la belleza de su santidad.
Estos marcharon ante el ejército diciendo: "Glorificada Jehová, porque su misericordia es para siempre" (v.21) —¡El resultado de esta poderosa alabaqnza fue una vfictoria total!—
Charles Green
Dulce Espíritu de Dios haznos alabadores y adoradores en espíritu y verdad,
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