La Biblia: Un Arma Poderosa Josué Mora Peña
En el contenido bíblico igual se habla de salvación como de perdón, adopción, abogacía, seguridad, expiación, iglesia, conversión, muerte, vida eterna, castigo eterno, fe, perdón, gracia, infierno, cielo, imputación, justificación, reconciliación, arrepentimiento, justicia, entre otros muchos temas. El poder que proyecta la Biblia se atribuye a que la mente y las palabras divinas están inmersas en sus páginas sagradas, las cuales fueron escritas por aproximadamente 40 personas quienes fueron inspirados por Dios, que infundió en ellos sus palabras por lo que podemos decir que el Espíritu Santo está presente en las páginas bíblicas. 1ª de Timoteo 3:16, dice, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir para instruir en justicia”. Y 2ª de Pedro 1.21 dice, “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. La Biblia es una colección de 66 libros que constituyen el Libro de Dios, su Palabra Divina por lo que quien lo lee y estudia establece una perfecta comunión con Él, ya que lo llega a conocer de manera personal, encontrándose a sí mismo y consecuentemente alcanzando la felicidad que no le dan las cosas materiales, las riquezas, el status social y el buen nombre, como lo señala en Juan 10:10b, “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. De ahí la importancia de leer, estudiar, meditar y poner en práctica diariamente su contenido. Quien así lo hace, indudablemente en una persona estable, con una gran fortaleza tanto física como emocional y espiritual que tiene un firme sustento en su ser y hacer cotidiano, ya sea en la alegría, en medio de la aflicción o de cara a la muerte. La presencia de una Biblia, cuyas páginas gastadas y maltratadas hablan del deterioro a consecuencia del uso, paradójicamente hacen referencia también a una persona con una fortaleza a prueba de todo, lo que indudablemente ha obtenido a través del estudio bíblico sistemático y tenaz aplicado a su vida cotidiana. ¿Cómo responderías tú si alguien que en este momento te cuestionara? ¿Cómo está tu Biblia? ¿La lees y la estudias diariamente? ¿Pones en práctica sus enseñanzas en tu vida diaria? La lectura, el estudio y la práctica de los preceptos bíblicos, asegura a la persona una vida próspera en todos los aspectos: en lo material, espiritual, relación familiar, y en todos aquellos inherentes a su existencia.
¿Qué tanto conoces de Dios? ¿Cuánto tiempo dedicas a la lectura de la Biblia? ¿Estás bien con Dios? Solamente tú puedes contestar a estas preguntas retóricas. Pregúntate a ti mismo: La lectura de la Biblia te alejará del pecado o el pecado te alejará de la lectura de la Biblia. Lee tu Biblia diariamente. Lee el Libro de Proverbios cada mes ya que éste es el Libro de la Sabiduría y todos necesitamos la Sabiduría de Dios. Lee un capítulo diario de acuerdo con la fecha del mes. Si nunca has leído la Biblia. Lee también el Evangelio de San Juan en donde encontramos cómo ser salvo. Lee la Biblia para ser sabio; Créela para ser salvo y Vive de acuerdo con lo que dice para ser santo. Si tienes alguna pregunta sobre la Biblia, no dejes de escribirme. Dios te bendiga.
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