¿Sabía usted que Dios no lo salvó solo para evitarle el infierno y darle entrada al cielo?
Su máxima prioridad, mientras que usted esté aquí en la Tierra, es conformarle
a la imagen de su Hijo (Ro 8.29). Pero en esta etapa de nuestra santificación,
él no lo hace todo por nosotros. Tenemos la responsabilidad de cooperar con
él y participar activamente en el proceso. Sin embargo, muchos cristianos tienen
una actitud pasiva en cuanto a la vida de fe. Toleran el pecado, y no le dan
importancia utilizando la vieja excusa de: "¡Nadie es perfecto!"
Cuando usted recibió a Cristo como su Salvador, dio el primer paso en su peregrinación
con él, una peregrinación que durará el resto de su vida. Pero también entró en la guerra
espiritual contra Satanás. El enemigo puede haber perdido el alma suya, pero hará
todo lo que pueda para ponerle obstáculos, distraerle y desanimarle. Lo último que
Satanás quiere es un santo apasionado por el Señor y útil en el reino.
Sin embargo, muchos creyentes han renunciado a su responsabilidad de vivir una
vida santa. De hecho, algunos de ellos se parecen al mundo incrédulo y actúan como
éste. La inmoralidad sexual es un pecado que el apóstol Pablo abordó específicamente,
pero en realidad debemos abstenernos de cualquier cosa que sea un obstáculo
para la santidad.
¿Hay algo en su vida que no debe estar allí? Si es así, tiene que abandonarlo ahora mismo.
Usted no necesita que una hebra de pecado se convierta en una soga, y luego en una
cadena, que le mantendrá encerrado en un presidio. Vuelva al Señor,
y deje que su santificación continúe.
Dr. Charles F. Stanley
Amado Padre celestial, te rogamos en el dulce nombre de Jesús
que no apartes de nosotros tu Santo Espíritu, lo necesitamos en
nuestro diario vivir, para que nos redarguya, nos guarde del mal
nos libre de tentaciones, y nos ayude a permanecer en tus sendas
de santidad, purificanos, restauranos, renuevanos, limpianos y
no permitas que nos apartemos de Ti, danos sabiduría e inteligencia
para protegernos de nuestras peores inclinaciones y para guiarnos a
vivir de manera sabia y agradable a ti, en el nombre de Cristo Jesús.
Amén
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo
y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas