La disposición a esperar el método de Dios
LAMENTACIONES 3.24-26
Muchos cristianos tienen problemas para controlar sus impulsos. Hay tantas cosas que
quisiéramos tener inmediatamente, y por desgracia nos resulta fácil adquirirlas. Ese es
el todo de la industria de las tarjetas de crédito: cómprelo ya; páguelo después.
Pero el terreno de las finanzas no es el único donde nos metemos en problemas. Algunas
personas se apresuran a casarse y, por consiguiente, toman una decisión imprudente
en cuanto a la pareja. Otros no ven el matrimonio como necesario, y optan por las relaciones
sexuales prematrimoniales en vez de esperar a estar casados. O quizás usted está apurado por
tener éxito y ser muy respetado en su profesión, sin reflexionar nunca si su búsqueda armoniza
con los planes de Dios para su vida.
Una razón por la cual el Señor quiere que esperemos, es porque quiere protegernos de nuestras
decisiones autodestructivas. Quienes no saben decir no a sus deseos terminan esclavizados
a ellos. Dios quiere que seamos creyentes maduros, con el carácter y el dominio propio para
esperar que él nos dé lo que necesitamos, en el momento perfecto. El Padre celestial es omnisciente,
y por eso el único que sabe qué es lo mejor. Usted puede tener la seguridad de que si él le pide
que espere, es porque tiene en mente algo más maravilloso de lo que usted podría darse a sí mismo.
El regalo de la salvación es gratuito. No exige nada de nuestra parte, salvo nuestra aceptación y
entrega. ¿Ha aceptado usted la muerte del Señor Jesús en la cruz como expiación por su pecado?
La muerte del Redentor lleva a la vida, y aunque él no garantiza un camino fácil,
sí promete estar con usted siempre.
Dr. Charles F. Stanley
Amado Padre celestial, en el dulce nombre de Jesús, te ruego que nos
ayudes a ser hijos obedientes, que seamos adoradores en espíritu y verdad,
que nuestra confianza esté solamente en Ti, Hacedor de milagros, prodigios
y señales, que Tú eres un Padre amoroso, que tus deseos siempre son
de bendecir a tus hijos, que confiemos en tu Soberanía, Inmutabilidad, que
no hay otro dios como Tu, ni otro dios que se asemeje a Ti, Tú cumples
tus promesas, Si Tu nos creaste con tus preciosas manos y conoces lo
más oculto de nuestros pensamientos y corazón, nada te es desconocido que
confiemos que Tu no retardas tus promesas, tus promesas son sí y amén
en Cristo Jesús, Señor nuestro, para ti no hay nada difícil ni imposible,
Tú concederás los deseos de nuestros corazones, y en tu maravilloso tiempo
todo es perfecto. En ti esperare amado Padre, porque Tú que me conoces
sabes qué es lo que me conviene y el tiempo perfecto para que lo reciba.
En Tu presencia esperaré, porque en Tu presencia hay provisión y plenitud
de gozo, paz y amor. No temeré mal alguno porque tú estarás conmigo.
Amén
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo
y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas