La búsqueda de la llenura
JUAN 4.7-30
Examine sinceramente su vida. ¿Se siente usted lleno y completo, o tiene la sensación de que le falta algo? Si está consciente de un vacío, ¿qué está utilizando para tratar de llenar ese vacío? ¿Sus relaciones con familiares y amigos? ¿O ha optado por los logros, esperando que ellos le den significado a su vida? Quizás esté usando alguna sustancia o actividad para atenuar la necesidad o para tener un consuelo temporal.
Jesús conoció a una mujer con un vacío así en su alma. Anhelaba ser amada, pero había sido rechazada una y otra vez. En aquel tiempo, un hombre podía divorciarse de su esposa simplemente porque le desagradaba algo de ella en alguna forma. La mujer samaritana había experimentado este rechazo en cinco ocasiones, y ahora estaba tratando de llenar su alma con un hombre que no era su marido.
Probablemente trataba de ocultar su vacío, para que quienes la rodeaban no vieran su dolor, pero cuando Jesús se encontró con ella en el pozo y le dijo todo lo que había hecho, sus días de ocultamiento terminaron. Finalmente había encontrado a Aquel que podía traer llenura a su vida. Antes de que usted pueda llenar el vacío que hay en su alma, debe, al igual que ella, dejar que la aguda mirada de Cristo penetre en las profundidades de su corazón y le revele la causa de su vacío.
Fuimos creados para Dios. Todas las demás búsquedas son sustitutos inadecuados que nunca nos darán la satisfacción que estamos buscando. La vida sabe cómo golpearnos, dejándonos vacíos. Pero cuando abrimos nuestro corazón a Cristo, él nos llena con su amor inagotable.
Dr. Charles F. Stanley
Amado Padre celestial, en el nombre glorioso de Tu Hijo Jesucristo,
Tú que nos conoces, que conoces lo más profundo de nuestro corazón,
que conoces nuestro sentar y nuestro parar, a Ti majestuoso Dios de
Israel que nada te podemos ocultar, te rogamos que la dulce presencia
de Tu Santo Espíritu llene todo nuestro corazón, llena todo vacío, se Tú
llenándolo todo en todo, ayúdanos a mantener un corazón limpio, puro,
renovado, restaurado, purificado para que no haya nada que impida
que Él lo habite en su totalidad, miranos mi Dios, conoces a tus siervas
sabes lo que cada una estámos pasando, se Tú propicio a nosotras, te lo
rogamos en el dulce nombre de Cristo Jesús. Amén y amén.
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo
y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas