Nunca imaginaste que llegarías a enfrentar estos tiempos tan difíciles como los que vives ahora mismo. Siempre los habías visto “de lejos”, y pensaste mas de alguna vez que cuando los enfrentaras los ibas a superar con mucha fe, valentía y gozo. Eso era lo que pensabas...
Sin embargo, que difícil te resulta cuando estás en medio de la tormenta; cuando comienzas a ver que irremediablemente “una cosa tras otra te sucede”, cuando cada día te encuentras con una adversidad inesperada e insuperable, cuando las lágrimas no te salen de los ojos sino desde lo más profundo de tu corazón, cuando ya no soportas mas...
Ahora, cuando la tormenta ha arreciado sobre tu vida.
Parece que es una situación que en lugar de menguar, va creciendo...
Las turbulentas aguas comienzan a anegar todos tus proyectos e ilusiones; todo comienza a derrumbarse. La verdad es que todo se ha salido de control.
¿Cuándo va a terminar todo esto?
¿Cómo terminará?
Tu mente no deja de desenfocarse en los problemas.
Escuchas palabras de consuelo, pero rebotan contra las paredes. Solo escuchas la fuerte tempestad que arrecia sobre tu vida. El resto son palabras trilladas.
Con esta reflexión no pretendo darte palabras que a lo mejor has estado escuchando o leyendo en días recientes. Sin embargo, mira como Dios es tan exacto en permitir que leas estas líneas, las cuales te han llegado en el momento justo que las necesitabas; ahora, cuando los tiempos críticos te golpean con toda su furia.
Entiende que todo esto forma parte de un proceso muy corto, aunque para ti parezca eterno. Se trata de un tiempo en el que Dios esta perfeccionándote, en el que está arrancándote todas tus seguridades y apegos, para que aprendas a confiar únicamente en él.
Aunque no lo veas así, después de todo esto, tus convicciones serán tan firmes como una roca de la cual nadie podrá moverte. Después de todo esto, tu fortaleza espiritual será más grande e inamovible.
Es necesario que pases por todo esto para que Dios te establezca donde lo planificó desde toda la eternidad.
El apóstol Pedro escribió algo al respecto:
Mas el Dios de toda gracia que os llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo; él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
1 Pedro 5:10
Quiero recordarte que Dios tiene el control de este aparente descontrol que te envuelve. Entiende ahora, que la intensa tormenta que te golpea, no cobrará más fuerza de la que imaginas, sino que tiene sus límites.
Mientras tanto, aprende a gozarte y a descansar en Dios independientemente a las circunstancias, sean buenas o malas.
El Salmo 34 dice:
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca.
Salmo 34:1
También dice:
Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas le librara Jehová.
Salmo 34:19
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José Alfredo Liévano
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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