¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
y el hijo del hombre, para que lo visites?
—Salmo 8:4 _________________________________________________________________________ Un proverbio africano dice: «El que pregunta, no se pierde en el camino». Este concepto puede ser útil al considerar las preguntas de David en los Salmos. Es evidente que él estaba buscando la guía de Dios para saber qué camino debía tomar. Observa, por ejemplo, algunas de las preguntas que hizo: «Jehová, ¿hasta cuándo?» (6:3). Una pregunta impaciente por ver el plan de Dios cumplido. «¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?» (8:4). Una pregunta de asombro ante el interés de Dios por el hombre pecador. «¿Por qué… te escondes en el tiempo de la tribulación?» (10:1). Una pregunta que revela un anhelo de la presencia de Dios. «Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?» (15:1). La pregunta definitiva sobre quién puede vivir con Dios. David tenía algunas preguntas difíciles para hacerle al Señor, porque había experimentado lo que se siente al dejar de lado a Dios, y hacer las cosas a su manera y perder su camino. No obstante, cuando escribió los salmos, era un hombre que buscaba vivir piadosamente. Por eso, indagaba lo que Dios pensaba sobre temas complicados. Preguntas........al igual que David, tú también las tienes. Sigue preguntando...... Después, mediante la fe, escudriñando en la Palabra de Dios en la Biblia y permitiendo en ti la obra del Espíritu Santo, presta atención...............mientras Él te guía por Su camino. ES BUENO PREGUNTARSE SIEMPRE Y BUSCAR LAS REPUESTAS DE DIOS
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