Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde su monte santo.
—Salmo 3:4
Nosotros fuimos creados para tener comunión con Dios y,
cuando esa comunión se hace íntima, no solo nos liga a Su
presencia, sino también a Su fortaleza.
Al orar, es mejor tener un corazón sin palabras,
que palabras sin corazón.
Perla
(Preciosísima imagen woww, que carita más lindaaaa)