CÓMO HEMOS DE VIVIR “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2: 11, 13) 1. La gracia de Dios se ha manifestado para salvación para todos los hombres. Otra traducción (King James version) dice: “Porque la gracia de Dios que brinda la salvación, ha aparecido para todos los hombres” CHARIS: “la divina influencia sobre el corazón, y su reflexión en la vida”. (favor, beneficio, regalo) Por los únicos méritos de Cristo; por su muerte vicaria y su resurrección. SE HA MANIFESTADO: (Epifaino), ha venido a ser literalmente visible, o conocida. …enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos… La gracia de Dios – manifestada por el Espíritu Santo - nos enseña varias cosas. Entre otras: A renunciar a la impiedad. A renunciar a los deseos mundanos. IMPIEDAD: (Asebeia), todo lo que es contrario a Dios y a su voluntad. DESEOS MUNDANOS: (Kósmikos epitumia), concupiscencia, deseos, lujurias. …vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente… La gracia de Dios – manifestada por el Espíritu Santo - nos enseña: Que debemos vivir en este mundo, en este tiempo: De manera sobria. Justa, Piadosamente. SOBRIA: (Sófronos), moderación (esto echa por tierra todo el planteamiento de los falsos maestros de la prosperidad) JUSTA: (Dikaios), equitativamente, conforme a lo que es de justicia. PIADOSAMENTE: (Eusebos), a la manera de Dios; conforme a Su voluntad. …aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. La gracia de Dios – manifestada por el Espíritu Santo - nos enseña: A aguardar la esperanza bienaventurada. La manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. AGUARDAR: (prosdejomai), esperar con confianza y paciencia; aceptar LA ESPERANZA BIENAVENTURADA: (makarios elpis), expectativa feliz La esperanza bienaventurada o la expectativa feliz, es la venida del Señor a por nosotros, los que le amamos. Subir 2. Resumiendo “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2: 11, 13) Dos cosas básicamente nos enseñan esos versículos: La gracia de Dios para salvación ha venido a ser literalmente visible, o conocida para que quien quiera pueda salvarse. (1 Ti. 2: 4) “Dios quiere (desea) que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. La gracia de Dios – manifestada por el Espíritu Santo - nos enseña: A renunciar a la maldad, los malos deseos, y a todo lo que es contrario a los principios mundanos. A vivir en este tiempo, de manera agradable a Dios. A aguardar la venida del Señor. (1 Ts. 4: 13-18) “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.” (1 Co. 15: 52-54) “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.” © Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España
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