La alabanza a Dios es algo que ofrecemos en reconocimiento de la excelencia de Dios. Podrías pensar que alabar es lo mismo que decir “gracias”, pero existe una diferencia. El agradecimiento describe nuestra actitud hacia lo que Dios ha hecho, mientras que la alabanza es ofrecida por quien es Dios. El Salmo 18:13 dice, “Invocaré a Jehová, quién es digno de ser alabado...”
¡A todos los creyentes se les manda a que alaben a Dios! De hecho, Isaías 43:21 explica que la alabanza es una de las razones por las cuales fuimos creados.
La alabanza hacia Dios es expresada externamente a través de nuestras acciones diarias, de igual modo internamente en nuestros pensamientos. La alabanza es un acto de adoración cristiana.
Cantando canciones e himnos, aplaudiendo y hasta saltando de alegría,es una de nuestras acciones diarias.
El Salmo 145 dice que debemos alabar a Dios, diariamente, eternamente. Y las razones que se dan son muchas, entre las cuales se mezclan las que se refieren a lo que Él HACE, con las que se refieren a su POSICIÓN o dignidad, y las que se refieren a lo que Él ES y será por la eternidad.
El rey David lo alababa porque entre tantos motivos había encontrado que el Señor es su Dios, grande, poderosos en hechos, bello y majestuoso, tierno, bondadoso, clemente, misericordioso, lento para la ira, quien sostiene al caído, levanta al oprimido, da comida a sus criaturas, colma de bien.
Versículo Bíblico Maldito el hombre que en el hombre confía, que hace de la carne su fortaleza para apartar de Jehová su corazón?.Jeremías 17.5
la persona que ha decidido confiar en los hombres y hacer de su carne su fortaleza, ha cambiado a su Dios por dioses menores que traen sólo un alivio pasajero, por eso cuando llega la desilusión se pierde.
ierde la esperanza y nadie puede dar el consuelo y la paz perdida. No, no hay que creer en el hombre y depositar toda nuestra confianza absoluta en él, es mejor confiar en el Señor que tiene el control de nuestras vidas y nunca nos fallará.
Éste versículo es claro. Si vivimos nuestras vidas poniendo la confianza en los hombres, todos los días iremos tras engaños y más desengaños. Hay quienes se atreven a juzgar y hacer comentarios despectivos, desagradables por tal de humillar a su prójimo, cuando por alguna razón el hombre que creer ser justo o estar en lo correcto se pronuncia. Es cuando podemos darnos cuenta la clase de fruto que damos en nuestras vidas, ya sea, bueno o malo, del espíritu o de la carne. El que vive en la carne, de los asuntos de la carne se encarga y éstas le satisfacen, más entretienen, lo que no permite que se pueda ver mas allá. Total ceguera espiritual. Más el que vive en el espíritu de los asuntos del reino se encarga y procura vivir sus días haciendo la voluntad del Padre.
Debemos poner nuestra mirada en nuestro Señor Jesucristo y vivir como él vivió, compartiendo su doctrina.
Vivamos para amar e intercedamos en oración, solamente Dios cambiará las circunstancias y las situaciones.Un pueblo unido que ora conseguirá que los cielos se abran, se estremezcan y descienda de lo Alto un avivamiento que toque y cambie la vida los perdidos.
En conclusión no confiemos en el otro hombre, sólo pondremos nuestra confianza en el Señor Jesús, y más allá, amemos a nuestro prójimo como a mi mismo, tal y cual la doctrina que Jesús vino a compartir, y nos dejó: AMAR Y SERVIR
Gracias por tu amistad hermanita Perla.
Gracias por tu bello mensaje lleno del amor de Dios.
Dios estará siempre contigo y con todos uds.
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA.
Hermes Sarmiento G
De Colombia