Muchas veces, la vida pareciera ser una serie de sueños destruidos.

Cuando nuestros sueños son destrozados eso nos deja arruinados, confundidos y turbados.

Pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros y de nuestros sueños; y hasta llegamos a pensar que Dios se ha olvidado de las cosas que El nos ha prometido en Su Palabra.Me imagino como José se sintió.

Seguramente, cuando sus hermanos le quitaron su túnica, lo tiraron en la cisterna, ignoraron su suplica y lo vendieron a esclavitud, José debió haber pensado que sus sueños se habían destrozado.

Los pozos sin agua, los pozos profundos, son los momentos de la vida que uno se cae y no ve nada.Estos pozos son los que nos limita crecer, es un estado donde se nos limita el avance en la vida, porque lo único que vemos es paredes, o sea, adversidades, puertas cerradas, oposición y “escasez de agua” es cuando uno está en silencio, no se escucha nada, donde uno solo se pregunta:-¿Por qué que a mí?, ¿no puedo creer lo que estoy viviendo?, ¿no entiendo nada?, etc.(Hay cosas que en principio no se entiende nada). Cuando uno está en la cisterna, el estado de silencio nos lleva a la opresión por los pensamientos que se nos viene.Por ejemplo: Pensamientos de soledad, de angustia, de temor, de injusticias,etc.Ante estas situaciones, en vez de quedarse uno preso en la cisterna, o sea, sumergidos en la adversidad, oposición, tristeza, injusticias, etc., uno debe llevar todo el ser en la fortaleza, es decir, meterse en la prisión de la esperanza.Dios nos anima y nos dice que nos restaurara el doble sobre eso acontecido y que Él lo tiene todo bajo control.

En el Plan Divino de Dios, José el hijo de Jacob, fue llamado para ser el segundo después de faraón con el fin de librar a su pueblo de la hambruna.Para que José alcance el cumplimiento del Plan de Dios, Dios primero tuvo que procesar a José. El primer milagro de Dios a José, es que la cisterna estaba sin agua, para que José no muriese ahogado.Acá queda bien en claro que cuando una persona entra en el proceso de Dios, Dios lo tiene todo bajo su control.Cuando uno está en la cisterna, no solo uno no entiende nada, sino que también muchos de los que están fuera no nos van a entender.

Los procesos de Dios no es para ser esclavos del dolor, sino que a veces esos procesos es necesario para que uno salga con grandes mejoras, logros y crecimiento personal, para luego estar habilitados a las grandes cosas que Dios tiene para uno.En la cisterna José fue moldeado por Dios en cuanto a su carácter, sentimientos y orgullo hacia sus hermanos.

José fue el que llego más lejos que todos sus hermanos, porque él acepto eltrato.La primogenitura no solo tiene que ver con ser el primero, sino también con la fe y actitud, es decir, poniendo fe y actitud se llega a ser primero, que analógicamente significa, se llega a las grandes cosas que uno desea.Uno puede ser el último eslabón de la cadena, pero tener fe y actitud y llegar adonde uno se propuso.Los tratos con Dios son de manera personal y a veces no hace falta meterse en la cisterna, pero lamentablemente llegamos a la cisterna cuando no queremos escuchar o seguir el buen Consejo de Dios.Cuando estamos en una cisterna, Dios nos dice que nos conviértanos en prisioneros de esperanza y no en prisioneros de cisternas.La cisterna nos dice:-Estas de última, está todo perdido, ¿y ahora qué hacemos?, etc., sin embargo de todo eso se puede salir de la mano de Dios, pues Él tiene todo el control y la clave está en mirarlo a Dios, porque solo Él nos saca a lugares espaciosos, es decir, nos saca del pozo.