Al mediodía, OH rey, yendo de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía en torno mío y de los que viajaban conmigo. Y después de que todos caímos al suelo, oí una voz que me decía en el idioma hebreo: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón." Yo entonces dije: "¿Quién eres, Señor?" Y el Señor dijo: "Yo soy Jesús a quien tú persigues. "Pero levántate y ponte en pie; porque te he aparecido con el fin de designarte como ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto, sino también de aquellas en que me apareceré a ti; librándote del pueblo judío y de los gentiles, a los cuales yo te envío, para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados." Hechos 26:13-18
Cuando Saulo experimentó un encuentro verdadero con el Señor, su corazón se quebró ahora podía ver la verdad, pero él enseguida obedeció y se apartó de forma total de todo aquello que antes había tenido por sublime, dejó su título, su líder, su congregación, sus costumbres, su religión, en fin lo dejó todo, jamás se volvió a enredar entre aquellas cosas vanas, jamás volvió a hablar como antes y ni siquiera copiar o seguir con ciertas cosas de su religión pasada, hubo una transformación total por la voluntad de Dios.
Miremos lo que Saulo quien fue después Pablo hizo y dice de su pasado.
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos"(Filipenses 3:7-11).
Me pregunto: ¿Estaremos dispuesto a perderlo todo en cuanto a lo religioso?.
Si no lo estamos, nunca lo conoceremos, cuantas de las cosas que pensamos dentro de mi mismo que son ganancia para mi alma no son otra cosa que abominables delante de Dios y para nuestra pérdida.
Si realmente amamos a Dios no estimaremos perder nada de lo que hasta ahora hemos tenido en nuestra religión, estamos a tiempo de ser hallado por él.
la vida cristiana no es algo fácil... y que diferentes personas responden de diferentes maneras a esa vida cristiana. Algunos, como Pablo, han entregado toda su vida a la causa de Cristo. Pablo invirtió su vida en cosas de valor eterno.
Debemos reconocer que nuestro tiempo en este mundo es muy breve, y por eso debemos invertir nuestra vida en lo que tiene valor eterno. Tenemos poco tiempo y sólo hay dos cosas en este mundo que son eternos: Dios y las almas de la gente. Debemos invertir nuestra vida en estas dos cosas: pasando tiempo con Dios y pasando tiempo con la gente.
Si no paso tiempo con Dios, ¿cómo puedo crecer en mi relación personal con Él?
Si no paso tiempo con los inconversos, ¿cómo puedo compartir el evangelio con ellos?
Si no paso tiempo con mis hermanos en la fe, ¿cómo puedo ayudarles a llegar a la madurez en Cristo?
Necesitamos invertir nuestra vida en... estar en plena comunión con Dios
ganar a otros para Cristo
cuidar a los nuevos en la fe
buscar a personas fieles e invertir la vida en ellas para que lleguen a ser obreros que pueden reproducirse espiritualmente.
Tenemos que cuidarnos de no enredarnos en las cosas del mundo, porque eso estorbará que el fruto del Espíritu fluya en nuestra vida.
Dice la Palabra : No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:15-17.
Si realmente Dios se ha convertido en el centro de nuestra vida, debemos tener la seguridad de que tenemos vida eterna con Él en la gloria.
Gracias por tu amistad hermanita Marita.
Gracias por tu bello mensaje lleno del amor de Dios.
Dios estará siempre contigo y con todos uds.
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA.
Hermes Sarmiento G
De Colombia
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