Salmos 18.1-2 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en el confiare; Mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Dios puede fortalecernos hasta el punto que podamos progresar aun durante la prueba. El salmista dijo de Dios: “Quien hace mis pies como de ciervas,… Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea” (Salmos 18.33, 39).
Las pruebas y las aflicciones no vienen para causarnos inestabilidad. Son oportunidades para probar la fortaleza de Dios. No tenemos que vacilar en nuestra confianza. Nada nos detendrá de progresar hoy porque Dios es nuestra fortaleza.
No importan cuan grande sea la prueba, Dios siempre nos da seguridad y fortaleza. Solamente has esto: Sigue adelante cada día no importando la circunstancia porque Dios va al frente peleando la batalla.
Cuando desarrollamos una relación personal con Aquel que nos creó, descubrimos cómo Dios quiere que respondamos en cualquier situación.
Si enfrentamos una decisión difícil, confiemos que Él nos proporcionará el consuelo, la fortaleza, y la sabiduría que necesitamos para continuar hacia nuestra meta . Al poner nuestra fe en Dios nos desentendemos de nuestros problemas. Dios nos dio a Su Hijo, Jesucristo, para llegar más allá del tiempo, de los desafíos de la vida, y hasta de la muerte, para salvarnos.
Gracias por tu amistad hermanita .Sra Sara
Gracias por tu bello mensaje lleno del amor de Dios.
Dios estará siempre contigo y con todos uds.
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA.
Hermes Sarmiento G
De Colombia