Ayunar es una necesidad para todos, por lo tanto debemos practicarlo, porque el ayuno tiene como propósito afligir el cuerpo y el alma delante de Dios con uno o varios objetivos en mente.
Cuando tenemos una decisión importante que debemos tomar en nuestras vidas, la oración y el ayuno resultan esenciales, ya que el Espíritu de Dios se comunica con nuestro espíritu salvo. Mientras más fuerte es nuestro espíritu sobre nuestra carne, más clara y efectiva será esta comunicación.
La oración constante se hace un habito diario como el respirar; el siervo fiel ora en todo momento, varias veces al día, puede ser en cortos o en largos momentos; se llega a adquirir destreza y poder en la oración por el Espíritu Santo.
El ayuno es otra practica que no debemos descuidar los cristianos en la oración eficaz; así como lo es también las vigilias de oración y adoración a Cristo Jesús. Todo cristiano activo en la fe debiera tener el saludable hábito de ayunar con frecuencia, persistiendo en la oración clamada y humillada en el Espíritu Santo.
Muchas bendiciones se logran con la oración y el ayuno, recordemos el pasaje de (Marcos 9: vean 29) "Y les dijo: Este genero con nada puede salir, sino con oración y ayuno". Es sorprendente comprobar como responde el Señor a estas expresiones del sincero corazón cristiano.
Es conveniente además, que quien ora no tenga anidado en su corazón rencores escondidos, que haya perdonado todo, que haya reconciliado cualquier situación oscura o de entredicho, antes de acercarse a los pies del Señor, orando también por los enemigos, para que Dios escuche nuestras oraciones personales. La fe es otro aspecto vital, y la da el Espíritu Santo, pero el hombre la va edificando día a día, la madura, pero con una vida transparente a los ojos de Dios; abandonado a su dirección, a sus propósitos, y a sus caminos.
El ayuno no debe hacerse con el propósito de castigar el cuerpo, ni con la intención de que Dios haga lo que deseamos, ni para demostrar que somos más espirituales que otras personas, sino por el contrario para estar más centrados en Cristo, para cambiar ciertas actitudes y debe hacerse en un espíritu de humildad y con alegría. La Palabra en Mateo 6:16-18 declara lo siguiente: “Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas, que aparentan tristeza para que la gente vea que están ayunando. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Tú, cuando ayunes, lávate la cara y arréglate bien, para que la gente no note que estás ayunando. Solamente lo notará tu Padre, que está en lo oculto, y tu Padre que ve en lo oculto te dará tu recompensa”.
Que el ayuno nos ayude a entender más por qué nosotros los cristianos debemos ayunar y nos motive a practicarlo. De como tenemos la obligación de dedicar tiempo para intimidar con Dios mediante esta herramienta del “Ayuno y oración” para poder fortalecer nuestra vida cristiana. También para lograr un grado de madurez espiritual y como ser humano.
Con denuedo insto a nuestros lectores a orar y a ayunar, en la privacidad de sus hogares, en medio de nuestras ocupadas vidas, en lo secreto de nuestras habitaciones, etc. Insto a nuestros amados lectores a buscar la voluntad de Dios en sus vidas, porque si así lo hacemos, viviremos la vida de victoria que Dios tiene planificada para nosotros.
Gracias por tu amistad hermanita Perlita.
Gracis por tu bello mensaje lleno del amor de Dios.
Dios estará siempre contigo y con todos uds.
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA.

Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico

