Navidad... Divina Sencillez
Palabras de Inspiración con algunas reflexiones acerca del nacimiento de Jesús nuestro salvador. "He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel". Isaías 7:14 "El pasaje... describe a su madre como una simple virgen; no como una princesa, o como una profetiza, o como una matrona de cuantiosa fortuna. Es cierto que su linaje no era despreciable, pues sangre de reyes corría por sus venas; y que su mente no era frágil ni ignorante, pues pudo cantar muy dulcemente un cántico de alabanza, pero, a pesar de esto, ¡cuán humilde era su posición, cuán pobre el hombre de quien era prometida y cuán miserables las comodidades ofrecidas al Rey recién nacido! Así la pobreza quedó consagrada y los hombres de condición humilde son elevados a una posición de honor. Todo creyente es un retrato de Cristo, pero un creyente pobre es el retrato mismo, puesto en el mismo marco de pobreza que rodea la imagen del Maestro. Nosotros juzgamos iguales todos los días, sin embargo, ya que el tiempo y la costumbre general traen hoy a nuestras mentes pensamientos relacionados con Jesús, recordemos con gozo el glorioso nacimiento de nuestro querido Redentor. Para el alma renovada cada día debiera ser el cumpleaños del Salvador. En medio de todo lo que las circunstancias del nacimiento de Emanuel es humillante, hay mucho que es honorable. ¿El nacimiento de quién fue alguna vez anunciado por una larga serie de profecías o ansiado por tantos corazones? ¿Quién sino él puede gloriarse de tener un precursor que lo señale como el hombre que había de venir? ¿Cuándo los ángeles cantaron a media noche, o cuando Dios puso en el cielo una nueva estrella? ¿A la cuna de quién acudieron espontáneamente los ricos y los pobres, para llevar ofrendas sinceras y voluntarias? ¡Bien puede regocijarse la tierra, bien pueden los hombres dejar sus trabajos para celebrar el gran cumpleaños de Jesús! ¡Oh Bethlehem, casa de pan, nosotros vemos en ti, satisfechas para siempre nuestras esperanzas! El, el salvador prometido tiempo ha, nos introduce en la edad de oro. Que la alegría reine en este momento; que los cánticos sagrados y la dulce música del corazón acompañen a nuestras almas en sus éxtasis de gozo. El precioso nombre Emanuel es indeciblemente encantador. Es éste un nombre apropiado para los labios de querubines, pero, por la maravillosa condescendencia de Dios, sólo los hombres le pueden pronunciar. El no está tanto con los serafines como está con nosotros. Dios está con nosotros, en nuestra naturaleza, en nuestra aflicción, en la obra de nuestra vida, en nuestra pena, en nuestro sepulcro y ahora, o más bien, nosotros estamos con él en la resurrección, en la ascensión, en el triunfo y en la segunda gloriosa venida. Que tengamos todo este día comunión espiritual con Emanuel". C.H. Spurgeon. Lecturas Matutinas
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