En junio del 2006, doctores y científicos israelíes germinaron exitosamente la semilla de una palma de dátiles de dos mil años de antigüedad. Encontrada en la orilla occidental del Mar Muerto, la semilla fue etiquetada como "Matusalén", en honor al hombre con mayor edad registrada en la Biblia (Gn 5:27). Además del desafío de despertar una semilla aletargada desde hacía mucho, el equipo también quería aprender más acerca del árbol alabado en las Escrituras por su sombra, alimento, belleza y cualidades medicinales.
La palma datilera tiene un papel importante en la Biblia. En el Antiguo Testamento, el árbol está relacionado con el templo y la presencia de Dios. El Nuevo Testamento describe a emocionadas multitudes alabando a Dios y arrojando ramas de palma a los pies de Jesús cuando entró a Jerusalén montado en un burro.
La promesa de Dios de bendecir al mundo por medio de un descendiente de Abraham también se mantuvo aletargada por dos mil años (Gn 12:1-3). Finalmente, la Semilla de la promesa germinó. Esa semilla fue Jesús, el Mesías largamente esperado. Pronto la historia de Su vida resucitada se extendió a toda nación sobre la tierra.
El milagro es ahora nuestro para experimentarlo. El tiempo no es un factor. Tampoco lo es el suelo árido de las circunstancias. Todo lo que importa es que permiamos que nuestros corazones sean el suelo en el que Cristo sea bienvenido y adorado.
Martin R. De Haan II
Dios nunca hace una promesa que no cumplirá. El último libro de la Biblia cierra con una promesa que debe llenar de esperanza y expectativa el corazón de todo creyente. "El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve, Amén; Sí ven, Señor Jesús.
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas