Amados hermanos y amadas hermanos queremos bendecirles y declararles que el Señor va a aumentar su cuidado en sus vidas en este mes y en el nuevo año que está a punto de comenzar.
"Oh Dios de Sión, ¡tú eres digno de alabanza!, ¡tú mereces que te cumplan lo prometido, pues escuchas la oración! Todo el mundo viene a ti. Nuestras maldades nos dominan, pero tú perdonas nuestros pecados. Feliz el hombre a quien escoges y lo llevas a vivir cerca de ti, en las habitaciones de tu templo. ¡Que seamos colmados con lo mejor de tu casa, con la santidad de tu templo! Dios y Salvador nuestro, tú nos respondes con maravillosos actos de justicia; la tierra entera confía en ti, y también el mar lejano; tú mantienes firmes las montañas con tu poder y tu fuerza. Tú calmas el estruendo de las olas y el alboroto de los pueblos; aun los que habitan en lejanas tierras tiemblan ante tus maravillas; por ti hay gritos de alegría del oriente al occidente. Tú tienes cuidado de la tierra; le envías lluvia y la haces producir; tú, con arroyos caudalosos, haces crecer los trigales. ¡Así preparas el campo! Tú empapas los surcos de la tierra y nivelas sus terrones; ablandas la tierra con lluvias abundantes y bendices sus productos. Tú colmas el año de bendiciones, tus nubese derraman abundancia; los pastos del desierto están verdes y los montes se visten de gala; los llanos se cubren de rebaños, los valles se revisten de trigales; ¡todos cantan y gritan de alegría!" Salmos 65 (DHH)