La obra consumada por Cristo en la cruz. Al ofrecer su vida en sacrificio expiatorio por nosotros, Jesús proveyó el medio de salvación de una vez por todas. Nuestra parte es aceptar el regalo que Él nos da sin restricciones (He 10:23-28) Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. No es simplemente una condena por el pecado; ¡es un anuncio de salvación! El Apóstol Pablo nos recuerda que Dios vio nuestra terrible situación, y tomó la iniciativa como una dádiva. Y cuando el Señor nos da un regalo, no hay nada que pueda robárnoslo (Véase Romanos 8:35-39). Esa es la seguridad de que nuestro Dios quiere que tengamos.
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