Dios llama de diversas maneras
Leer | 1 SAMUEL 3.1-21
¿Qué viene a su mente cuando escucha
la frase “el llamado de Dios”?
Muchas personas suponen que se
refiere al llamado de Dios a las
personas que deciden trabajar
formalmente en las iglesias u
organizaciones religiosas. Esto no
podría estar más lejos de la verdad.
El Señor hace al menos cuatro
llamados a todo creyente.
Primero, el llamado a la salvación.
Así es como Dios establece una
relación personal con nosotros. El
pasaje de hoy nos muestra la manera
dramática como Dios se presentó al
joven Samuel. Él también se revela a
cada uno de nosotros en las
maravillas de la naturaleza que nos
rodea (Ro 1.20).
En segundo lugar, el llamado a la
santificación (Lv 11.44). Aquí, el
Padre celestial llama a sus hijos a
vivir una vida de santidad. La
santificación puede definirse como
el ser apartado, o hecho santo, para
los propósitos de Dios.
Tercero, cada cristiano recibe el
llamado al servicio. La Biblia nos
recuerda claramente que todos los
creyentes, no solo los pastores y
los misioneros a tiempo completo,
son llamados a servir al cuerpo de
Cristo y a difundir las buenas
nuevas de salvación. Todos hemos
sido “creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas” (Ef 2.10).
Esto significa que todos tenemos
tareas específicas e importantes que
llevar a cabo.
Cuarto, todos tenemos el llamado a
rendir cuentas. La Biblia enseña que
cada uno de nosotros estará algún
día delante de nuestro Señor para
dar cuenta de nuestra vida. Esto no
es algo a lo que debemos temer, si
estamos ahora tratando de andar en
sus caminos. Más bien, será un
tiempo de gran recompensa y
regocijo.
Charles Stanley
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