Más allá ... Después de todo
Más allá de una lagrima, de un susurro equivocado, explícito, callado y además ausente; después del sol que asoma en la agonía piadosa de la lluvia; en el capcioso segundo que retrocede el tiempo. Más allá, rodeando la voz de un te quiero eterno.
Más allá de una luz que calla, de una pasión dormida en la elocuencia de unos ojos, después de una palabra pronunciada en el silencio, en el preciso instante de una primavera confundida en el otoño. Más allá, después del mundo, del otro lado del viento.
Más allá del reverdor de una montaña, entre jornadas de nieve en el verano; después de la música de Dios. Más allá, mucho más, en la otra orilla del alba.
Todavía más, más inmenso que mil vestidos de esperanzas, después del aire, después del cielo, en la leve tonada del esquema de tu cuerpo. Más allá, en el sublime momento en que tu boca me inspira un verso.
Más allá del firmamento, de lo indecible, lo tangible, lo perfecto, de lo fugaz, lo real, lo deseable. Unido a ti y más allá de ti siempre estará mi sentimiento.
Más allá del universo, más allá de mí, del otro lado de los sueños.
Sarah Valentina
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