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El Muro
Dicen que una vez un hombre
era perseguido por varios malhechores que querían matarlo.
El hombre ingresó a una cueva.
Los malhechores empezaron a buscarlo
por las cuevas anteriores de la que él se encontraba.
Con tal desesperación elevó una plegaria a Dios de la siguiente manera:
"Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen
y tapen la entrada para que no entren a matarme".
En ese momento escuchó a los hombres
acercándose a la cueva en la que él se encontraba,
y vio que apareció una arañita.
La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.
El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado:
"Señor, te pedí ángeles, no una araña." Y continuó:
"Señor, por favor, con tu mano poderosa
coloca un muro fuerte en la entrada
para que los hombres no puedan entrar a matarme".
Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada,
y observo a la arañita tejiendo la telaraña.
Estaban ya los malhechores ingresando en la cueva anterior
de la que se encontraba el hombre y éste quedó esperando su muerte.
Cuando los malhechores estuvieron frente
a la cueva en la que se encontraba el hombre
ya la arañita había tapado toda la entrada,
entonces se escucho esta conversación:
Primer hombre: "Vamos, entremos a esta cueva."
Segundo hombre: "No. ¿No ves que hasta hay telarañas?,
nadie ha entrado en ésta."
d/a
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