Niña de cristal...
niña transparente...
Veo una niña a lo lejos...
que se come los problemas del mundo y no come alimento alguno...
Veo a una niña de lejos que sufre por su cuerpo, que lo controla y maltrata, pero se traga el miedo y la angustia y transforma su carne en pellejos.
Veo una niña de lejos que tiene miedo de la vida, se castiga ante el espejo y mide un plato de comida.
Veo a lo lejos una niña que no la veo. ¡Quiero ser transparente! y fundirse en líquidos calientes.
Veo una niña que no pide comida aunque se muere de hambre y que se aprieta el cuerpo, buscando besos.
Niña invisible, de dedos huesudos y corazón revuelto, buscas la delgadez para encontrar el alma, y entre kilo y kilo que apartas de la piel pides a gritos la omnipotencia del amor constante de tu madre.
Niña perdida niña asustada ante tus propios monstruos, tus ojos se vuelven como cuencas y tu piel se marchita en perfecciones que nunca llegaran, porque no existen y nadie las posee...
Tan solo tu moldeando tu cuerpo como sí fuera de plastilina... crees tener el poder de los dioses...
María Jesús Luna
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