La noche atenta contra mi alma, su silencio intenta también
Los recuerdos empapados de melancolía tinieblas y ansiedad
Asecha la soledad, solo un vacío nada más.
El reloj se detiene, no parece marchar, mar de tinieblas negras
Rodean la tierra, estoy solo no hay más
El reflejo de la oscuridad sobre la luz otra vez
Sombra que aterra el viento para mí es.
Trastorno una virtud? aquí es verdad
Único y sombrío amarga soledad.
El cielo negro está y la luna parece hablar, susurra a mi oído
Roce y toque divino me dice ella extraña a su bandido
Iluminado el cielo esta por la luz de su imagen clavada en mi ser
Karma apagado y tranquilo,su mirada de ángel me acompaña logra la soledad correr
Acaricias de sus manos siento en mi piel una y otra vez.
Testigo el sentimiento, que aliviada mi pena quedó
Ella me reparó el corazón, Ángel que me devolvió la razón.
Acertado el tiempo y espacio que me cruzó en su vida
Moribundo me encontró y reanimado después por su dulce aliento
Obliga a las sombras desaparecer
Orilla a la oscuridad retroceder
Oración no existe para expresarle lo agradecido de mi alma.
Colaboración de Jaime Alfredo Mata Martínez