Tus alas blancas
Cabalgabas, y cada vez más, se apuraba tu paso, como queriendo recorrer, una hora en segundos...
Tus alas blancas, me llevaban directo al cielo, tenía calor y a la vez un frío intenso...
Fue como un encuentro, entre el cielo y el infierno.
Me sentía libre, tan libre... que no podía distinguir, si estabas ahí o estabas ausente.
Había algo parecido al silencio, un murmullo leve, distante, con voz conocida, ¡la tuya!
Aún estabas presente y tu mirada, me hacía entender, que querías recorrer, senderos más distantes, donde la luz de la envidia, no pudiese llegar a tratar de robar, esta paz interior, que los dos hemos logrado alcanzar...
Colaboración de Firualys
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