Existen las distancias, Sólo para impedir observarte Pero no lo suficiente, como para evitar imaginarte. Para formar en mi, tu imagen Tu rostro, tu pelo, tus ojos, Tus hermosos ojos, esa ternura que nunca vi. Pero han sido demasiado impactantes Esos mismos, que han derramado lágrimas Una línea débil, casi desapercibida, Fruto del trazo de mi cansada pluma; Esta situación, se contrarresta con tu mirada Una mirada, que me dice, afortunadamente lo que deseo escuchar Pero con el correr del tiempo Me doy cuenta que es imposible Tú allá, y yo aquí Tal vez, cada uno debe seguir su camino El destino lo decidirá A propósito de esto, ¿crees en el destino? Si el decide volver a encontrarnos Espero que creas en el, de lo contrario no volveré a molestare Ya nada sabrás de mí Podremos cruzarnos, intercambiaremos miradas Pero ninguno lo sabrá Esta, ésta es la crueldad del amor.
Colaboración de Franco Matías Bocalón
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