Crepúsculo
Aquí estoy nuevamente, observándote,
tratando de comprender aquél misterioso sentimiento
que en algún momento irrumpió mi corazón obligándome a pensar sólo en tí,
en tu rostro, en tus miradas, en tu sonrisa...
que extraño sentirte cerca,
que bien se siente mi interior con eso,
eso que eres tú, que son tus ojos, tus labios los que me hacen desearte cerca, a mi lado, abrazándome...
¿Cómo explicarte lo que me produces si ni yo lo sé?,
¿Cómo acercarme a tí, hablarte, tocarte,
sin que veas en mis ojos el reflejo de las ansias que siente mi corazón
de entregarse por completo a tu persona?
Tu voz me es tan dulce, suave y aguda a la vez que mis oídos
no quieren dejar de escucharte,
al contrario, se sorprenden cada vez que te sienten cerca,
me animan a saber más de tí, de lo que haces... todo.
¿Qué hacer con este nudo que aprieta mi garganta tan vilmente
y que me impide hablarte?;
¿Cómo saber si Dios me tiene preparada alguna opción contigo?...
Si supieras lo que siento
¿Me aceptarías o me rechazarías lanzando mis sentimientos al olvido?...
Cómo saberlo, como mirarte, como tocarte...
no lo sé, sólo sé que te siento y que te quiero,
además de eso lo demás es nada...
Colaboración de Helena Watson
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