La saliva es un líquido compuesto principalmente por agua con importantes f
unciones beneficiosas para nuestra salud: ayuda a masticar los alimentos, facilita la expresión oral, previene la caries y la placa
dental, favorece la coagulación de la sangre, colabora en el proceso de digestión...
La cantidad de salivación es variable en cada persona en función de, principalmente, algunas
factores físicos y determinadas enfermedades. Tan malo es la sequedad bucal o xerostomía como la silorrea o exceso de salivación.
Esta última se produce cuando las glándulas salivales producen un
exceso de saliva de, incluso, hasta diez litros al día. Este problema, además, va acompañado de una incapacidad para tragarla. Las
causas de este problema son muchas y muy variadas. Te contamos las más comunes:
- A edades tempranas como consecuencia de la
aparición de los dientes.
- Durante el primer trimestre de
embarazo, convirtiéndose en una de las causas principales de náuseas y vómitos.
- Durante la
menstruación.
- Algunas
infecciones orales, respiratorias o nasales.
- Como parte de la sintomatología de pacientes con
Parkinson.