Esta planta ha sido adoptada como edulcorante para diversas bebidas y golosinas por ser una “hierba dulce”. Son numerosos, y cada vez más, los países que actualmente la usan en este sentido: Japón, Paraguay, China… y optan por esta alternativa como complemento en su dieta diaria. Y es que 1 kilogramo de hoja seca y molida de estevia puede endulzar, aproximadamente, 150 litros de agua.
Cómo se culvita
Según leemos en el Manual de Josep Pamies, recogido por Terra.org, debemos seguir los siguientes pasos si queremos llevar a cabo el cultivo de esta planta:
1- Llenar un tiesto con turba o tierra vegetal abonada de las que venden en cualquier jardinería y regar hasta que la misma esté bien empapada.
2- Cortar de un brote de Stevia de unos 20 cm de alto los 10 cm finales (asegurándose de que no acabe en flor). De estos 10 cm de tallo, sacar las 2-3 hojas de la parte de abajo con el objeto de que el tallo pueda hundirse en la turba. Luego presionamos la tierra con los dedos alrededor del tallo para que el contacto con la turba húmeda sea total. Entre que se corta y se planta el rebrote el tiempo debe ser mínimo. Mejor cortar y plantar inmediatamente o mantener en agua como si fueran flores cortadas.
3- Depositar el tiesto en un lugar sombreado y evitar que el sol impida el enraizamiento. La regaremos 3 veces al día (a primera hora, al medio día y al atardecer). Observación: Cuando se advierte de colocar la planta recién plantada en un lugar sombreado, se entiende aquél al que de forma directa no toque en ningún momento la luz solar. Si es al aire libre en lugar de en un invernadero, escojamos un sitio donde quede protegida de corrientes de aire para evitar la deshidratación excesiva. Un lugar sombreado tampoco es el interior de una habitación o un sitio en penumbra.
4- Al cabo de 25-30 días el brote de Stevia empezará a enderezarse y, cuando se observa que alguna hoja nueva empieza a salir, ya se puede traspasar a una zona con más sol, dónde ya no parará de crecer. Cuando el brote trasplantado empieza a sacar la primera hoja nueva, dejar de regar 3 veces al día y regar sólo una vez a primeros del día. Durante el verano es necesario regar cada día. El momento de regar es siempre cuando notemos que la tierra deja de estar humedecida. Durante el invierno hay que regar poco, pues podríamos provocar la podredumbre de las raíces.
5- A los dos meses de haber repicado o trasplantado el brote sin raíces en el tiesto pequeño, la trasplantaremos por segunda vez al lugar definitivo, que puede ser al aire libre directamente sobre el suelo del jardín, huerto o campo de cultivo o bien en el interior de un invernadero, en un espacio donde tenga suficiente tierra para facilitar al máximo el crecimiento de la planta. En un invernadero se consigue adelantar la producción unas semanas en primavera y retrasar la decadencia de la planta en otoño. Si la Stevia crece en un invernadero, los meses de más calor durante el verano se puede sombrear algo para evitar los fuertes calores y simular el clima tropical de dónde es originaria la Stevia. A pesar de todo, al aire libre se desarrolla bastante bien.
6- Cuando llegamos a finales del otoño y notamos que la planta ya no tiene más ganas de crecer y se quiere llenar de flores, es el momento de recortar la planta dejándola con una altura de 10 cm y aprovechar las hojas que obtengamos para secarlas.
7- Para secar las hojas durante el verano de forma correcta hay que procurar que no les toque directamente el sol, con objeto de preservar todas las propiedades medicinales. Las hojas de última hora, cuando ya podamos la planta para pasar el invierno, es inevitable secarlas al sol o, si es en pequeñas cantidades, también se puede en el interior de la vivienda, donde hay una mejor temperatura.
8- El abonado de la Stevia. Aunque es una planta poco exigente, con abono orgánico no hay ningún problema en pasarse de dosis, pero si es abono mineral o químico debemos cuidar de no aplicar en exceso, ya que provocaremos el colapso de la planta. El abono mineral o químico, una vez pasados los dos meses del trasplante, sólo lo colocaremos en pequeñas cantidades y debería contener más potasio que fósforo y nitrógeno y estar enriquecido con microelementos. Con un buen abonado orgánico es suficiente con una vez al año, por ejemplo, al inicio de la primavera. Si la tenemos en un tiesto, añadamos entre un 20-30 % del volumen de la turba que contenga el mismo.
9- La Stevia es una planta muy resistente a insectos y hongos, si no abusamos de los riegos y de los adobados químicos nitrogenados. En caso de que se observe algún pulgón o mosca blanca, recomendamos hacer tratamientos con extractos de ajo, aceites de Nem u otros productos autorizados por la Agricultura Ecológica. Si observamos alguna oruga no hace falta tratar con nada. Si el ataque de orugas fuera masivo, entonces podemos tratarla con preparados a base Bacilus thuringensis (un insecticida ecológico que no requiere plazo de seguridad para consumir las hojas). Con estos tratamientos aseguraremos una recolección de hojas sin toxinas y garantizaremos todas las propiedades medicinales que la planta contiene.
Un producto natural, sin calorías y para diabéticos
La stevia es un producto natural que aporta grandes beneficios para el ser humano y que además sustituye otros productos nocivos en la dieta diaria. Se usa en postres, salsas, yogurt, bebidas, mermeladas… y no aporta calorías al organismo ya que no se metaboliza.