Yo soy el Ángel de la Oración
Quisiera que mantuvieras tus sentidos espirituales activos para que contemplaras las luces, los colores y las radiantes emanaciones que provienen de la oración.
Porque los fulgores celestiales que emite la oración hecha con fe, con devoción, con éxtasis, con entrega y arrobamiento, se ele¬van hacia el quinto cielo, hacia el mundo angelical, produciendo sonidos divinos y fragancias sagradas.
Su luz… ¡Oh!… su luz… no hay palabras humanas para describirlo. Quiero llevarte a contemplar las maravillas que produce la ora¬ción. Ven… cierra los ojos, apóyate en mí y escucha tiernamente.
Visualiza con amor y percibe con todos los sentidos de tu alma. Emanaciones divinas de colores, brillos, luces y rayos, que cortan el espacio dejando una estela de amor, de paz y de tranquilidad. Orar es hablar con Dios y con los seres de luz. Orar es comunicarte conmigo, es tener pensamientos dulces, sentimientos tiernos, palabras de aliento, acciones que alaban a Dios.
La oración es el arma más poderosa de la humanidad. ¡Y es tan poco usada!… Reza con amor. Los Ángeles de la Oración transportamos la luz de las oraciones ante Nuestro Divino Padre… y con esta vibrante energía tejemos la gracia que solicita el que ora. Ahora… permanece entre mis alas y sal triunfante a recibir el día que quiere complacerte, que quiere cumplir tus sueños. Todos los ángeles te amamos y anhelamos tu amor y tu atención....