Protagonistas detallan cómo se derogó el aborto terapéutico en 1989
El cardenal Jorge Medina encontró en el almirante José Toribio Merino su principal aliado para cambiar el Código Sanitario.
por F. Dagnino y M. Donoso
"Hubo un fuerte debate, pero, en definitiva, en la Junta de Gobierno prevaleció la idea de que no había ninguna razón, ni ética ni médica, para autorizar la muerte de un ser humano indefenso". Así recuerda el cardenal Jorge Medina los avatares que rodearon la prohibición del aborto terapéutico en 1989, el último año del régimen militar.
Medina fue uno de los principales impulsores de la derogación del artículo 119 del Código Sanitario, que desde 1931 permitía la interrupción del embarazo con fines terapéuticos en aquellos casos en que la vida de la madre estuviese en riesgo. "En calidad de Vice Gran Canciller de la Universidad Católica, consulté con médicos de mucha categoría, quienes me dijeron que no había justificación para que se mantuviera una norma así", detalla.
Posteriormente, el entonces obispo de Rancagua tomó contactos con el gobierno. "Informé a personeros que tenían la facultad de determinar la legislación del país", agrega Medina.
Tras esa reforma legal, el prelado envió sendas cartas de agradecimientos a Augusto Pinochet y a José Toribio Merino, en las que señalaba que "el aborto es y será un acto criminal".
La autoridad más receptiva a las gestiones de Medina fue el entonces comandante en jefe de la Armada. De hecho, la reforma que derogó el aborto terapeútico pasó a denominarse coloquialmente como la "Ley Merino", en alusión al fuerte lobby que el almirante realizó entre sus pares de la junta y las comisiones legislativas para aprobar el cambio.
Ya en julio de 1988, Merino presentó una moción para cambiar el Código Penal y aumentar la sanción al aborto no terapéutico. Pero la iniciativa fue objetada por la Comisión Conjunta Legislativa del gobierno militar que descartó efectos positivos de un aumento en la rigurosidad de la ley. Un año después, Merino cambiaría su estrategia y apuntaría al Código Sanitario. Así, el 15 de septiembre de 1989, la Junta de Gobierno aprobó la Ley 18.826, que declaró ilícito el aborto, aunque fuese con fines terapéuticos.
El ex ministro secretario general de Gobierno Francisco Javier Cuadra precisa que el inicio de la discusión para abolir el aborto terapéutico ocurrió en 1987, en el contexto de la visita que ese año haría a Chile el Papa Juan Pablo II. "Con motivo de la visita se hicieron varios ajustes legales, entre los cuales estaba el aborto terapéutico", dijo Cuadra. "Se hizo un arqueo de aquellos temas en que se podía llegar a un mejor entendimiento con la Santa Sede", agrega.
Aunque el régimen militar argumentó que la decisión fue discutida con expertos, autoridades médicas de la época desmienten las consultas. El ex presidente del Colegio Médico Ernesto Medina, quien aparece en la prensa como miembro de un panel de expertos, dijo que si bien hubo distintas visiones, él ni la entidad fueron consultados. En tanto, el doctor Ramiro Molina, de la Universidad de Chile, dijo que a él se le pidió la opinión, pero primaron informes de la Escuela de Negocios de la Fundación A. Ibáñez y de la UC, "donde nunca se han atendido abortos".