La vida nos hace sentir angustias, dolores, pequeños aguijones, que deberíamos dejar pasar ,
pero se niegan y quedan en nuestra mente provocando heridas que duelen por escondidas que estén.
Basta una palabra que suene a tenue desdén, una palabra dicha quizás sin pensar, pero que nos hace sentir el dolor de esas pequeñas muertes.
Las pequeñas muertes que agobian nuestra vida y apagan nuestro ánimo.
Pequeñas muertes secretas que arrastramos durante este último tramo. Por eso encontrarnos aquí en este rincón es disfrutar de momentos plenos.
Traducir en palabras todo lo que se agolpa en nuestro ser íntimo y volcarlo acá con simpleza,
es un ejercicio imprescindible.