Volver a sentir la compañía de un gato ... la cálida presencia, su mirada aterciopelada, enigmática, fria y profunda a la vez. convivir tanto tiempo con mi perro, destrozón, y porfiado, me hace añorar la displicencia gatuna. Evocar en cómo sería verlo con su actitud majestuosa, mirando altivo y lejano las flores de mi jardin, sin sentir jamás el deseo incontrolable de romperlas todas ! Nunca un gato se saldrá de su aire contemplativo y señorial. Tanto tiempo sufriendo los berrinches sin asunto de mi mascota, me llevan a desear volver a mi antiguo amor: un gatito hermoso y tierno.