Bob de 92 años de edad y María de 89, están emocionados acerca de su decisión de casarse. Mientras pasean y discuten sobre la boda, pasan por una farmacia y Bob sugiere entrar.
Bob habla con el farmacéutico, le cuenta que están a punto de casarse y le pregunta: "¿Usted vende medicamentos para el corazón?"
"Por supuesto que sí", responde el farmacéutico.
"¿Medicinas para el reuma?"
"Definitivamente", dice.
"¿Qué hay de Viagra?"
"Por supuesto."
"¿Medicinas para los problemas de memoria, artritis, ictericia?"
"Sí, de todas".
"¿Qué hay de vitaminas, pastillas para dormir, antiácidos?"
"Absolutamente."
"¿Vende sillas de ruedas y andadores?"
"De todas las velocidades y tamaños."
"Bueno," dice Bob al farmacéutico, "¡nos gustaría registrar nuestra lista de bodas aquí, por favor!"
Una pareja de noventa años, ambos con problemas para recordar cosas... Durante un chequeo, el médico les dice que están físicamente bien pero que les recomienda empezar a escribir las cosas como método para recordar. Ya en casa, mientras ven la televisión, el anciano se levanta de su silla: "Voy a la cocina ¿Quieres algo? pregunta a su esposa.
"¿Me traes un helado?"
"Por supuesto."
"¿Cree que debes tomar nota para recordarlo?"
"No, tranquila que puedo recordarlo."
"Bueno, es que también me gustarían algunas fresas en la parte superior."
Él contesta: "Puedo recordar eso; quieres un tazón de helado con fresas."
"Y también me gustaría crema batida. No lo olvides, anótalo anda" ella insiste.
Irritado el marido replica: "No necesito escribirlo, lo recuerdo ¡helado con fresas y crema batida! Lo tengo, por el amor de Dios."
Después de 20 minutos, el viejo regresa y le entrega a su esposa un plato de tocino y huevos. Ella se queda contemplando el plato por un momento. Y pregunta:
"¿Dónde está mi sándwich?"