Sed hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones”. 1 Pedro 4 (La Biblia de las Américas)
HAGAMOS SENTIR BIEN A LOS DEMAS.
Como es de agradable encontrar gente hospitalaria. Cuando miramos lo amplio de este concepto y lo profundo en nuestras relaciones, podríamos imaginar un Jesús cuando los enfermos lo llamaban y lo buscaban, y El siempre mostro un gesto agradable, y una mano que se extendía para abrigar a aquellos que se le acercaban, siempre los hacía sentir aceptados. El nunca hizo acepción de personas, todos tenían un especial valor para El. Hoy en día se ha perdido mucho el ser hospitalarios, por los afanes de este mundo, pero si para Jesús lo mas importante eran las personas, nosotros debemos hacer un alto y darles el lugar que Jesús también les dio, regalemos un apretón de manos, una sonrisa, un abrazo, un minuto de nuestro tiempo, para escuchar a alguien que lo necesita, si logramos que otros se sientan cómodos, entonces podemos comunicar el evangelio. Pero si se sienten tensos, no lograremos nada. En la Iglesia, en el trabajo, acércate al que llegue por primera vez y hazlo sentir como en casa, hagamos con otros lo que nos gustaría que hicieran con nosotros
|