ORACIÓN EN MEDIO DEL DESIERTO
SEÑOR:
¡Qué camino desierto en el que me encuentro! Y aunque sé que estás ahí, no por eso deja de ser doloroso. Las heridas que he recibido en el proceso poco a poco van cicatrizando, pese a que unas sanan con más facilidad y rapidez que otras.
No te pido que adelantes el proceso, solo dame las fuerzas y revísteme con tu armadura. Ayúdame a entender que aún cuando me han traicionado y abandonado quienes no esperaba, tú eres más que suficiente e indispensable para alcanzar la victoria.
Aunque ahora no lo veo, en medio de este desierto debe haber alguna palmera u oasis en donde pueda refrescar esta sed que me ha producido la caminata y el calor de la batalla.
Sé que justo allí, tú estarás esperándome y vivificarás mi ser completo. En medio del abatimiento confortarás mi alma y yo encontraré ese descanso que tanto añoro.
Beberé de la copa de tu gozo, me embriagaré de tu presencia y yo no me sentiré más sola.