Por regla general, nos gusta la seguridad. Buscamos la comodidad. Pero la realidad de nuestro mundo es que hay mucha inestabilidad. Por ejemplo, las finanzas, la salud, e incluso la capacidad de un país para sobrevivir no están garantizadas.
A veces, Satanás causa sufrimiento —con el permiso de Dios, por supuesto. En otras ocasiones, la mano del Señor es la que lo provoca. No importa el origen, tenemos la promesa en Romanos 8.28 de que "a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". En cualquier caso, el propósito del Todopoderoso sigue siendo el mismo: glorificarse a sí mismo en nuestro mundo y en nuestras vidas.
El Señor permite las sacudidas por diferentes razones, pero por ahora, concentrémonos en una sola: él no tolerará nada que le permita al hombre parecer autosuficiente a sus propios ojos. Por tanto, Dios permite, por amor, que tengamos bastantes problemas para que nos demos cuenta de nuestra necesidad de él. Pensemos en los problemas que enfrentaban los israelitas cada vez que se apartaban de Jehová para adorar otros dioses. Es lo mismo que hacemos nosotros hoy en muchos sentidos. Individualmente, en nuestras iglesias, y como nación, muchas veces glorificamos a "dioses" como el dinero o el nivel social. Pero Aquel que nos creó no tolerará esto.
Por nuestro orgullo, tendemos a pensar que somos capaces de prescindir de Dios. Pero, por amor, el Señor puede agitar nuestras vidas para mostrarnos nuestra dependencia de él. Si basamos nuestra seguridad en cualquier cosa que no sea Jesucristo, nos encontraremos en arena movediza.
Charles F. Stanley
Amados hermanos y amigos: Es necesario que seamos diligentes con el tiempo ya no podemos estar jugando a la iglesita y a los grupitos, Dios anda buscando hombres y mujeres de compromiso, que prediquen y enseñen Su Palabra, hombres y mujeres que busquen la llenura de Su Espíritu, apartados y reservados exclusivamente para el servicio de Él, que estudien Su Palabra, que la memoricen que la hablen en todo lugar y que habiten bajo la sombra de sus alas; porque el enemigo anda como león rugiente viendo a quien devorar, estamos en guerra, no te duermas, no le des lugar al letargo ni a la pereza, ni a las comidades, ponte la armadura y pelea la buena batalla, tu familia, tu iglesia, tu nación valen la pena, Entra en acción ya!
Dios te ha capacitado y te ha dado las armas, usalas!
Dios sea propicio a ti hoy y siempre
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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