sumamente pura es tu palabra...”
Salmo 119:140 (A)
En estas hermosas palabras del salmista hallamos un alentador mensaje de parte de Dios. Solo en esas palabras, el autor del salmo, encontraba todo lo que su corazón necesitaba para hallar la completa y verdadera felicidad.
Cuando pensamos en el concepto de pureza, acuden a nuestra mente imágenes asociadas con la inocencia de los niños, con la candidez de sus actos carentes de malicia. En sus caritas sonrientes, sin ninguna pizca de maldad, podemos ver reflejada la pureza de sus almas. Pero los años van pasando, la niñez da paso a la adolescencia, la juventud luego y al fin la edad adulta. ¿Y qué queda de aquella inocencia y de aquella pureza? Poco y nada. La vida no solo añade canas, arrugas y dolores en los huesos, sino, lo que es más triste aún, va sembrando en los corazones amargura y desencanto. Por eso los adultos reflejan en sus palabras esas raíces amargas. ¡Qué difícil se hace entonces escuchar de boca de otras personas
frases de aliento, de ánimo, elogios! En fin, qué difícil es encontrar palabras puras. Amigo y compañero de este programa , quizás tu corazón, acostumbrado al desencanto, ya no te permite escuchar y creerle a nadie. Escuchaste a lo largo de tu vida muchas promesas que jamás se cumplieron, muchos se acercaron a vos y te hablaron palabras lisonjeras pero mentirosas.
En cambio Dios te habla de una manera muy distinta: Sus palabras si son puras.Él no tiene ningún interés oculto al hablarte, solo le importa tu bienestar y tu felicidad. No te habla buscando sacarte algo o intentando aprovecharse de tu necesidad. Si el Dios Padre dio a su Hijo Jesucristo por tu salvación, si en esa cruz el mismo Jesús te demostró su gran amor, ¿Qué dudas podés tener de la pureza de su mensaje? Abrí tu corazón y decile sí a Jesucristo. En Él y en su maravilloso mensaje, la Biblia, encontrarás las palabras más hermosas y puras.
saludos y bendiciones grupo