Haz algo positivo y valioso en un área de tu vida, y todas las demás áreas se beneficiarán. La alegría que generas y experimentas en un aspecto te acompañará en otras situaciones.
Del mismo modo, cualquier actitud negativa en una parte de tu vida influirá negativamente en otras partes de ella. Todo lo que forma parte de ti es parte de tu integridad.
Dedicarte a mejorar una determinada habilidad en una tarea te aporta confianza adicional en todas las demás tareas que encares. Alimentando una sincera sensación de paz en tu vida privada, tu vida laboral también se vuelve más calmada y pacífica.
Ninguna parte de ti puede separarse de la totalidad de quien tú eres. Cada pensamiento, cada acción, cada sentimiento están conectados con todos los demás.
Tu salud, tu carrera, tu familia, tu fe, tu aprendizaje, tus intereses y placeres están, todos, interrelacionados unos con otros. Y como tal, siempre tendrás innumerables oportunidades de alimentar y elevar la totalidad de tu vida.
Pon lo mejor de ti en todos y cada uno de los aspectos de tu vida. Un perdurable sentido de excelencia e integridad aportará muchísimo a la totalidad de tu mundo.