Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
DESLICEMOS
ES
“Descuidando una salvación tan grande”
Este tipo de “deslizamiento” triste y penoso, no frenado a tiempo, tiende a cobrar más, y aún más, rapidez. Como el esquiador que empieza suave sobre una superficie bastante llana, pero que, avanzando sin cuidado, al momento se encuentra sobre un suelo notablemente más inclinado. Se cree a salvo al divisar un montículo de nieve más adelante, mas sin embargo, se congela su sangre cuando, al subirlo con excesiva velocidad, ve que al otro lado, a muy poca distancia, lo que hay es un despeñadero, más allá del que solo se ve un vacío aterrador. Por ahí va volando, dando tumbazos desesperados en el aire hasta chocar su pobre cuerpo con el frío y duro suelo bien abajo, expirando en el acto. Amadísimo hermano, hermana, otro tanto sucede espiritualmente al cristiano que no frena a tiempo su deslizamiento del lugar seguro donde Dios lo colocó cuando obedeció al evangelio.
Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,
Porque DIOS es justo que no perdono ni a los propios ángeles ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Librar a nosotros de los peligros creados a causa de nuestros propios pecados fue muy arriesgado para Jesucristo. De hecho, le costó oprobios, sudor como gotas de sangre, latigazos, una corona de espinas, y para colmo, muerte de cruz. Pues bien, quien vuelve atrás al lugar peligrosísimo, en sentido espiritual, de donde fue rescatado por el Señor a precio tan grande, ¿cómo catalogarlo sino como desquiciado espiritualmente, muy mal agradecido y merecedor de “muchos azotes” divinos?
1. ¿Escapar nosotros de castigos divinos por descuidar tan grande salvación? ¡De modo alguno!
a) Descuidarla es despreciarla; es tenerla en menos, por poca cosa.
b) Descuidarla es volver a ocupar el lugar peligrosísimo del que Dios nos rescató, por medio de Cristo, cuando una vez obedecimos “de corazón” al evangelio.
c) ¡Descuidarla es perderla!
Resumiendo, si usted, o yo respetado joven, adulto, cristiano, amigo, cree en Dios y la Biblia, ha de creer obligatoriamente que son reales los grandes peligros proclamados por la Deidad, y por ende, que ser salvados de ellos es, de veras, “una salvación tan grande”. ¡Tan y tan grande! ¡Incomparablemente grande¡
Más nosotros el pueblo de DIOS somos triunfantes en CRISTO, Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.
Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;
a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?
( Ap 20:12-15 )
12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
A mi bendita comunidad con el cariño y amor de siempre, atentamente.....
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