Dios requiere una transformación de nuestra vida, comenzando con el corazón ("por la renovación de la mente"). No aceptará substituto. La Biblia no habla de "enmendar" la vida. No dice "mejorarla".
Los términos que la Biblia usa (y los que tenemos que usar, 1 Ped. 4:11) indican una completa transformación de vida, un nuevo nacimiento, una crucifixión, sepultura y resurrección, un cambio radical (despojarse, vestirse de nuevo), una verdadera conversión.
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
Amada Hermana recibe un fuerte abrazo de parte de Nuestra Comunidad