SEPTIEMBRE
DIA 04
Lea: Daniel 1-3
€œPero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, asà que le pidió al jefe de oficiales que no le obligara a contaminarse€ (Daniel 1:8)
Usted está al borde de un infarto, necesita cambiar su hábito alimenticio; deberá comer verduras y frutas; además caminará hasta sudar y se pondrá bien. Esto me lo recetó el médico, hace años, y eso me hizo bien.
El libro de Daniel fue escrito por un cautivo judÃo, quien vivió en Babilonia desde 605 al 536 AC. Los crÃticos liberales dudan de la paternidad literaria de Daniel por los prejuicios contra los milagros. El mismo libro habla de Daniel, 7:2; 8:1; 9:2; 12:4. Daniel vivió y ejerció su ministerio en Babilonia. El contenido del libro indica que alentó a Israel al revelar que Dios no habÃa terminado su trato con ellos como nación. El tema del libro es €œLos tiempos de los gentiles€. (Benware PAT. 1994)
En Daniel 2, el conocimiento del misterio no puede alcanzarse con medios humanos, sino con la especial revelación de Dios. Los sueños del Faraón, interpretados por José, se refirió al futuro de Egipto, el de Nabucodonosor, en cambio, abarca la totalidad de la historia humana, cuyo punto culminante será la instauración del reino universal de Dios, quien dirige el curso de los tiempos y da poder y autoridad a quien él quiere. (RV95)
Es interesante conocer que Daniel se tomó tiempo para dar una eficaz respuesta al rey; oró al Señor, estudió la revelación y la interpretó con fidelidad, sin buscar honores; ya que estos vinieron solos. Daniel al honrar a Dios, Él lo honró y fue colocado en un puesto prominente.
En Daniel 3, Hace unos 2500 años atrás, tres jóvenes se propusieron adorar a Dios; los caldeos y astrólogos, al ver esto; denunciaron al rey que habÃa tres jóvenes que desobedecieron su orden de postrarse ante una gran imagen de oro, de veintisiete metros de alto.
El Rey Nabucodonosor los llamó a su presencia y los amenazó de muerte, sino adoraban su imagen, los jóvenes prefirieron la muerte antes que adorar otro dios. Asà que el rey los lanzó a un horno de fuego sumamente caliente; pero Dios los libró, y €œel fuego no les habÃa causado ningún daño, y que ni un solo de sus cabellos se habÃa chamuscado€ El rey al ver este milagro, alabó a Dios y decretó la muerte contra todo aquel que hable mal del Señor.
Mantengamos la integridad y la fidelidad para con Dios. A pesar de las oposiciones, internas (de la Iglesia) y externas (del mundo); sirvamos al Señor con limpia conciencia.
ORACIÓN:
Padre guÃame a mantener mi integridad en Cristo, para alabarte.